Jueves 17 de octubre, Libertad interior, fe en acción valorativa
Pablo a los Gálatas 5, 1-6
Hermanos: Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.
Yo mismo, Pablo, les aseguro que, si se dejan circuncidar, Cristo no les servirá de nada. Y vuelvo a declarar que todo el que se deja circuncidar, queda obligado a cumplir toda la ley. Ustedes, los que pretenden alcanzar la justificación por medio de la ley, han perdido a Cristo, han rechazado la gracia.
Nosotros, en cambio, movidos por el Espíritu Santo, esperamos ansiosamente la justificación por medio de la fe. Porque para los cristianos no vale nada estar o no estar circuncidado; lo único que vale es la fe, que actúa a través de la caridad.
Libertad, Fe y Caridad
El texto nos invita a reflexionar sobre la búsqueda de la autenticidad y la autorrealización.
Libertad
Pablo de Tarso, al hablar de la libertad que Cristo nos otorga, hace referencia a una liberación interior, una emancipación de las ataduras que nos impiden alcanzar nuestra plenitud. Esta libertad no es solo la ausencia de restricciones externas, sino también la liberación de los condicionamientos internos, como los miedos, las culpas y las inseguridades.
No es una licencia para hacer lo que uno quiera, sino una liberación de las ataduras internas y externas que nos impiden ser quienes realmente somos. Es una invitación a vivir desde nuestra esencia, en armonía con nuestros valores más profundos.
Fe que actúa
La idea de que la fe actúa a través de la caridad nos conecta con el papel fundamental de las relaciones humanas y el altruismo en la búsqueda de la felicidad y el bienestar.
“Ágape” (en griego, amor), “caritas” (latín designaba la cualidad de las cosas o personas consideradas “caras”, es decir, de alto precio o valor). Por su gran valor la persona es digna de amor. Caridad que es experimentada como confianza en Dios y en su plan para nuestras vidas, se manifiesta en acciones concretas de amor valorativo hacia los demás. La caridad, por su parte, es la expresión más pura del amor desinteresado y compasivo que busca el bien del otro.
Fe expresada
La caridad, es una expresión de nuestra humanidad y nos permite trascender nuestros intereses individuales para conectar con los demás y contribuir al bien común.
La fe podemos verla como un sistema de creencias que nos otorga sentido y significado en la vida. Cuando esta fe se manifiesta en acciones concretas, como la caridad, fortalece nuestra autoestima y nos conecta con algo más grande que nosotros mismos.
Podemos integrar estas tres vivencias: La libertad interior experimentada, la fe como fuente de motivación y la caridad como expresión de nuestra humanidad.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Libertad interior, fe en acción valorativa
La libertad es un concepto complejo que se entrelaza con la identidad, la autonomía y la capacidad de elección. Es la experiencia subjetiva de poder tomar decisiones y actuar en consonancia con nuestros valores y deseos, siempre dentro de los límites impuestos por el entorno social y las propias limitaciones.
La fe, por su parte, es un sistema de creencias que proporciona un marco de referencia para entender el mundo y orientar la conducta.
La caridad, como expresión de la fe, es la acción desinteresada orientada al bienestar de los demás. “Ágape” (en griego, amor), “caritas” (latín designaba la cualidad de las cosas o personas consideradas “caras”, es decir, de alto precio o valor). Por su gran valor la persona es digna de amor. Lejos de significar sólo beneficencia o dar cosas para sentirnos buenos, es una conducta de aprecio de la dignidad de todo ser humano. La palabra “cariño” tiene la misma raíz.
Un trípode para apoyarse
La relación entre libertad y fe, mediada por la caridad, es fascinante. Una fe vivida a través de la caridad puede ser una fuente de profunda libertad interior. Al servir a los demás y actuar de acuerdo con nuestros valores espirituales, experimentamos un sentido de propósito y conexión que nos libera de la angustia existencial y nos empodera para enfrentar los desafíos de la vida. Sin embargo, es importante distinguir entre una fe que libera y una que coarta. Una fe que impone dogmas rígidos, fanatismo u obsesiones y limita la autonomía puede convertirse en una fuente de opresión y sufrimiento.
Salud emocional
La psicología positiva ha demostrado que las personas que viven con un para qué y que se conectan con algo más grande que ellas mismas experimentan mayor bienestar psicológico.
La idea de que la fe actúa a través de la caridad nos conecta con el papel fundamental de las relaciones humanas y el altruismo en la búsqueda de la felicidad y el bienestar.
La caridad, al fomentar la conexión con los demás y promover acciones significativas, puede contribuir a este bienestar.
La libertad, la fe y la caridad combinadas tienen una profunda influencia en nuestra vida. Una fe vivida a través de la caridad puede ser una fuente de libertad interior, mientras que una fe que coarta la autonomía puede limitar nuestro potencial humano. Es importante encontrar un equilibrio entre la libertad individual y la conexión con los demás, buscando siempre un significado en la vida con orientación clara.
Vivencialmente integradas
La libertad interior, la fe y la caridad están estrechamente vinculadas. La fe, cuando se expresa a través de la caridad, brinda un sentido que libera de angustias existenciales. Sin embargo, una fe rígida puede limitar la autonomía. La psicología positiva confirma que las personas con un sentido de propósito (sensación profunda de significado y dirección en sus vidas), y conexión con los demás experimentan mayor bienestar. Encontrar un equilibrio entre libertad individual y conexión con los demás, buscando un significado en la vida, es clave para un desarrollo personal pleno. La caridad, al fomentar acciones significativas, contribuye a este bienestar.
Lic.
Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Libertad interior, fe en acción valorativa
La libertad, la fe y la caridad combinadas tienen una profunda influencia en nuestra vida. Una fe vivida a través de la caridad puede ser una fuente de libertad interior, mientras que una fe que coarta la autonomía puede limitar nuestro potencial humano. Es importante encontrar un equilibrio entre la libertad individual y la conexión con los demás, buscando siempre un significado de la vida con una orientación clara.
Vivencialmente integradas
La libertad interior, la fe y la caridad están estrechamente vinculadas. La fe, cuando se expresa a través de la caridad, brinda un sentido que libera de angustias existenciales. Sin embargo, una fe rígida puede limitar la autonomía. La psicología positiva confirma que las personas con un sentido de propósito (sensación profunda de significado y dirección en sus vidas), y conexión con los demás experimentan mayor bienestar.
Podemos encontrar un equilibrio entre libertad individual y conexión con los demás. La caridad, al fomentar acciones significativas, contribuye a este bienestar. “Caritas” (en latín designaba la cualidad de las cosas o personas consideradas “caras”, es decir, de alto precio o valor).
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